jueves, 12 de marzo de 2009

Guerra: maldita costumbre

"Camboya no es Tailandia, Camboya no es como ningun otro pais; esto es Camboya", advierte repetidas veces una voz autoritaria. Estamos en el paso fronterizo por el oeste entre Camboya y tailandia, lugar de obligada espera para obtener el visado de entrada. El tramite es una larga cadena de comisiones: Un dollar al de la gorra negra por una firma; dos verdes al de las sandalias por un sello; otros dos billetes a quien sabe quien por cada foto; asi hasta pagar 30 USD. No esta mal, en las oficinas de turismo cobraban 50.

El papeleo se realiza en una mugrienta oficina de escazos 15 metros. Tres ventiladores, a punto de jubilarse, un escritorio color marron tierra y dos sucias ventanillas adornan el local. En las paredes varios carteles advierten: "Nuestras hijas no son ningun juguete sexual". La habitacion esta vigilada por cinco honarables miembros del cuerpo policial. Este cuadro recuerda una pelicula de Oliver Stone.

Camboya es un pais de 14 millones de habitantes y sus continuas guerras, propias y ajenas, han dejado como fruto un joven y pobre pais que vende los horrores de su pasado como principal atraccion turistica: campos de matanzas, museos de guerra y otro escabrosos lugares. Durante 1975 y 1979 cerca de dos millones de camboyanos murieron a causa de las políticas de exterminio de lo que el lider Pol Pot llamó "el enemigo oculto", es decir, todo aquello que consideró contrario a su plan de construir "una nueva Camboya comunista". Dicha acción generó otro tipo de consecuencias como hambrunas y epidemias que nunca fueron atendidas. A esto se le sumaran los conflictos en las fronteras con Tailandia, Laos, Y Vietnam. Hoy el Reino de Camboya vive un periodo de calma aunque esta sumergido en una pacifica pero peligrosa invasion china, que con sus inmensos tentaculos abraza todos los sectores: "Hay mas chinos que camboyanos en nuestro pais", acusa una silenciosa voz.

El viaje continua con direccion Siam Reep, estado al noroeste del pais. En el recorrido se descubren nuevas caras sobre este hermoso pais y sus costumbres. El nuevo regimen, con apellido de democratico, prohibio recientemente todo tipo de apuestas en todo el territorio. Todavia qui resultaba muy comun apostar familias o viviendas en todo tipo de eventos: peleas de gallos, cartas, futbol, o cualquier otra actividad, como las increibles peleas de grillos. El alcohol es otro problema y su consumo es masivo. "Tengo muchos problemas en mi cabeza y se que no deberia beber tanto pero tengo que hacerlo para no pensar", explica Lucky Two, un camboyano de 28 anos que trabaja como conductor de un Tuc-Tuc. Su jefe es un chino, dueno del hostal Hilton, quien le paga 30 dollares mensuales por 18 horas diarias de trabajo. Lucky Two, logra sobrevivir con lo que recibe de los turistas por sus servicios de guia y chofer.

Doce horas despues el viaje concluye y solo queda descansar.

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