viernes, 27 de febrero de 2009

A orillas del Ganges

Cada compartimento del vagon B2 tiene 8 literas todas ellas ocupadas, como el resto del tren. El viaje resulta muy agradable, sensacion que a primera vista parecia mas que improbable. Inmensos cultivos verdes asoman por la alargada ventana del tren. El cielo es azul. Catorce horas despues, a las 13.45 pisan la bulliciosa estacion de tren de Varanasi, lugar tambien llamado Benares o Kashi, la ciudad de la luz que pinta y dibuja sus edificios con distintos colores en el ocaso y al amanecer.

Varanasi esta situada en la orilla oeste del Ganges y es la ciudad sagrada del hinduismo. Sus callejones esconden mas de 700 templos. Si hay un lugar para creer en Dios es este. "Si hay un buen lugar para morir es este", sentencia una voz antes de montar en la barca. La extrana figura vestida por un velo azul y tunica blanca continua: "Ustedes son muy afortunados por estar en este sitio, lugar donde el Kharma se libera, donde sube directo al cielo". Seguidamente, su presencia recorre las barcas que se detienen a orillas de la ciudad para presenciar los rituales funebres. Busca caridad para atender a los miles de enfermos que acuden a morir al rio, el templo mas importante de Varanasi. La ciudad vive dia y noche por y para el rio. "Yo como y bebo del rio, alimenta mi alma", afirma Anan, un joven de 20 anos nacido en Varanasi y orgulloso de su cultura. Desde sus catorce anos el unico oficio que conoce es el de la hosteleria, y aprecia a los turistas. Junto a el, Justo y Jonathan recorren el centro de Varanasi: funerales hindues, cremaciones musulmanas, fabricas de chales y pasminas.

El barrio musulman es el mas famoso. Alli se confeccionan las mejores sedas. Los ninos trabajan desde los ocho anos con la venia del gobierno. Las autoridades les conceden la licencia de trabajo unicamente a los musulmanes para luego comprarles el total de la produccion y exportarla al resto de la India y demas paises. De noche el rio es ceremonioso, funebre. Cientos de cuerpos, entre trecientos y cuatrocientos, se queman diaramente en los Ghats; mas de 80 Ghats se alzan a lo largo del rio. Al amanecer el rio es festivo, colorido. A primera hora, antes de las 6 de la manana miles de personas y animales acuden a banarse. Al mismo tiempo las barcas, habitantes del rio, tambien se preparan para recorrerlo una y otra vez a lo largo del dia. Son el hogar de la variopinta fauna de turistas que en silencio observan como el Ganges y Varanasi se complementan continuamente.

El proximo tren parte a las 05.30 horas del 28 de febrero rumbo Bodh Gaya.

jueves, 26 de febrero de 2009

El enfado de Jahan

El dia se adelanta al sol. Aun oscuro Justo y Jonathan abandonan el hotel para conocer el famoso obsequio que el emperador mongol Shah Jahan le regalo a su esposa predilecta Mumtaz Mahal a mediados del siglo XVII. Miles de libros describen el Taj Mahal como una vision, un sueno, un poema, una maravilla, la mas bella historia historia de amor. Lo que ningun texto recoge es que es una historia de venganza. Shah Jahan, un dia despues de desayunar y apestando a opio le suplico a su bellisima esposa que le perdonara por disfrutar con una de sus mujeres mas tiempo del permitido. Al ver que el enfado de Mumtaz no desaparecia le prometio construir el palacio mas hermoso del mundo, la envidia de todas las mujeres. Ella acepto sus disculpas. Pero entonces, a los pocos dias, decidio morirse. Shaha, profundamente enfadado por no poder retener a su esposa predilecta maldijo y pronuncio su famosa frase: "Ahora si construire el palacio mas hermoso para que tus ojos no lo puedan ver". Una muestra mas del humor mongol.

Han pasado muchos anos desde entonces y la humanidad ha sido incapaz de construir algo tan embellecedor. Todo lo contrario, las ultimas decadas se recordaran como una epoca oscura; una carrera sin meta construye el presente. Desde los atentados de Mumbay las medidas de seguridad se han visto reforzadas especilamente en las principales atracciones turisticas. El taj Mahal no es una excepcion. Una vez superadas estas todo es belleza. Miles de ojos desean perpetuar ese momento, desgastar su marmol, atrapar su quietud, permanecer alli eternamente. No puede ser.

La despedida con Sunil es emotiva bajo un sol que promete empeorar. Pero sus caminos volveran a cruzarse. Faltan aun muchas horas hasta que parta el tren rumbo Varanasi, 895 kilometros al este. Sin rumbo fijo, Justo y Jonathan se adentran en las callejuelas de Agra, a espaldas del Taj Mahal. Decenas de ninos y jovenes ofrecen souvenirs de todo tipo a la vez que mendigan por alguna moneda. La inmundicia e irremediable pobreza les previene pero la sonrisa de sus gentes les transmite suficiente confianza, superior a sus temores. La tarde transcurre entre personajes, pequenas historias, lugares unicos.

A las 23.35 con inesperada puntualidad el tren parte destino Varanasi.

martes, 24 de febrero de 2009

Con noticias del Dios mono

El martes es el dia del Dios mono, Hanuman. Uno de los dioses hinduistas mas queridos a quien veneran por sus poderes milagrosos, su coraje y su destreza fisica. Sunil, como el 90% de los hindues cree en Hanuman, y como muestra de amistad, invita a Justo y Jonathan para que recen junto a el en uno de los templos mas bonitos de Jaipur, lugar ajeno a turistas. El ritual empieza. Descalzos, se arrodillan y tocan el primer escalon para despues santiguarse. Arriba, en la primera planta, cada uno de los presentes entrega sus ofrendas: dulces, objetos personales o una poca cantidad de dinero. Del techo cuelgan ocho campanas que son golpeadas para alegrar al Dios. Despues, y bien sea acostados, sentados o arrodillados, todos rezan. La presencia de nuestros dos forasteros resulta llamativa pero no incomoda y son convidados a recibir una flor, obsequio para la buena suerte. El punto rojo y amarillo en la frente tambien forma parte del ritual. Ninos, jovenes y ancianos, acuden todos los martes al templo, antes y despues de trabajar, para adorar a su Dios.

De nuevo en el coche conducido por Sunil, un Toyota Tata, abandonan Jaipur y entran en el estado de Uttaranchai, poblado por mas de 175 millones de habitantes y de mayoria musulmana. A Sunil no le gustan los musulmanes, "son poco tolerantes y tienen la mente mala". Deserticas carreteras unen estos opuestos estados. Templos de diversas religiones, coches en direccion prohibida, infraestructuras abandonadas, vacas, jabalies, pobreza, camellos, campesinos y campesinas, moldean el resto del paisaje. La ciudad de Falehpur Sikri les espera por la tarde.

Alli, en esta ciudad, sobresale la majestuosa mezquita Jami Mayid, enorme complejo imperial que incluye una replica exacta de la Meca. Hoy duermen en Agra.

sábado, 21 de febrero de 2009

Primeros dias


El viaje. Aferrados a sus valijas, Justo y Jonathan abandonaron Madrid el sabado 21 de febrero destino la India. Eran las 14.30. Las perspectivas puestas en este viaje no tardaran en cambiar, y sus expectativas se fortaleceran. Lo mejor esta por llegar. A las 11.40 del dia 22 Justo aterrizo en el aeropuerto Indira Gandhi. A esa misma hora Jonathan mataba el tiempo recorriendo el excentrico aeropuerto de Bahrein. Sentado en una cafeteria ojeaba el unico periodico en ingles que habia y leyo su horoscopo: "There is quite a grand picture painted by your planets today, hinting at success in large and noble proyects. New idaes are on the move and they could well be very altruistic in nature. There is a felling of doing something on a major scale, which could benefit a lot of people. Your social conscince is keen and it can be communal or even global".

El viaje habia empezado. Pasadas las seis de la tarde, Justo y Jonathan, se abrazaban en Delhi y salian rumbo al centro de la ciudad. Se las prometian muy felices pero no tardaron en afrontar que este viaje resultaria muy distinto de cualquier aventura anterior. Uno a uno los hoteles, hostales, oficinas de turismo, si asi se les puede llamar, y demas edificios frecuentados cerraban sus puertas. Es temporada alta y todos los hoteles de la capital cuelgan sus carteles de: "NO VACANCY". La medianoche amenaza y las ideas empiezan a repetirse. Dos hombres les abordan. No hay muchas opciones y ambos deciden seguirles. Despues de varios minutos cruzan la puerta de una agencia de viaje que les ofrecera llegar a Jaipur, capital de Rajasthan, a 250 kilometros de Delhi. La capital tendra que esperar. Pasada la media noche Sunil, joven hindu de 26 anos padre de una nina de siete y un nino de cuatro anos respectivamente, les acompanara como chofer durante tres dias. En breves instantes comprobaran que la India y sus carreteras no duermen. "Viajar en la India por la noche es muy peligorso", sentencia Sunil en un mas que aceptable ingles. Dias despues, y convertido en amigo, Sunil les relata como su padre habia fallecido tres anos atras en un accidente de trafico. A las tres de la madrugada y despues de cuatro largas horas, arrivan a Jaipur, ciudad de color rosa, ruidosos bazares y palacios opulentos.

El primer encuentro con la turistica India se produce dentro de la ciudad amurallada de Jaipur. Camara en mano recorren los infinitos recovecos del Amber Fort, el fuerte Jajgarth; aprecian el inquietante palacio sobre el agua Jaj Mahal y visitan una fabrica de alfombras...El cansancio del dia anterior desaparece, esta nueva realidad intimida y esto resulta fascinante.

Quedan tres meses por delante.