miércoles, 25 de marzo de 2009

Dias de motocicleta

La moneda del pais, el real camboyano, esta destinado a desaparecer; su devaluacion y coexistencia con el dollar son claros sintomas. Los precios son dispares: Una habitacion individual, con bano, ventilador y televisor en un centrico hostal cuesta dos dollares, lo mismo que un carton de leche. Comer en un restaurante local cuesta siete dollares para dos personas, lo mismo que el alquiler de una moto durante 24 horas.



La alta temporada esta por concluir y mientras los precios bajan los camboyanos que trabajan en el sector buscan hacer sus ultimos trapicheos. Tim Till, de 31 anos sabe mucho de esto, como de muchas otras cosas. Por ejemplo, sabe lo que es perder a su hermano, hermana y a dos tios en la guerra. Tambien conoce lo que es emigrar como ilegal a otro pais, Tailandia, para trabajar en la construccion porque le resultaba imposible encontrar trabajo en su pais. Igualmente domina el arte de engatusar turistas para que estos le paguen la bebida y las noches de juerga.



Es en este ultimo escenario donde aparcen Justo y Jonathan. Alli estan, sentados en un pequeno local en compania de Tim Till, su amigo Yanta, y una botella del peor vino chino. Hay algo de comida: higado, pepino y un poco mas de carne. Luego llegan cuatro jarras de cerveza. A pesar de ser lunes el local esta completo. "Aqui en Camboya no importa cual es el dia de la semana, bebemos siempre" asevera con tono borrachin Tim Till. El plan se completa con la visita a una discoteca local que tambien se encuentra a rebosar de lugarenos. La noche transcurre sin mayores contratiempos.



Las afueras de Battambang son bellisimas. Arrozales, palmeras, plataneras y otros cultivos menores se repiten a lo largo de carreteras secundarias, la mayoria de ellas de tierra. Justo y Jonathan dedican dos dias a recorrer kilometros y kilometros encaramados en una motocicleta Honada Wave, de cuatro marchas semi-automatica y de color negro. El calor les obliga a buscar un bano y lo encuentran en un pequeno lago que nace de una presa, el unico del que se tiene noticia. Luego, templos, aldeas y carreteras. Asi pasan las horas y los dias. Por la tarde de la jornada siguiente y a 20 kilometros de la ciudad, el horizonte se pinta de nubes negras. En cuestion de minutos el calor asfixiante se convierte en humedad y el sol en lluvia. Las carreteras se convierten en rios y las gotas de lluvia duelen. Jonathan conduce y Justo reza. El tiempo pasa, las direcciones se confunden y ya oscuro la lluvia aumenta. La moto salta de hueco en hueco y entretanto solo se escuchan sus risas, las carcajadas retumban. Finalmente llegan a la ciudad.El tiempo, anarquico, corre. Manana estaran en Bangkok, pasado tomaran un vuelo hasta Kolkata y al dia siguiente un tren, entonces llegaran a Shantidhara, la ONG. La nueva fase comienza.

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